Nos disputábamos la cuarta plaza del Grupo A de la División de Honor con el Real Aero Club de Santiago, que no evitaba eludir la fase de descenso, pero daba un margen de error al que la consiguiese, pues los 5º y 6º en esta primera fase en ambos grupos tendrán que cruzarse en un encuentro a vida o muerte. Los dos que pierdan descenderán. Los cuartos clasificados esperan al ganador de esos encuentros para determinar la tercera plaza de descenso (una plaza para cuatro equipos), por lo que aún hay margen a un tropiezo (esperemos que no) en esa eliminatoria.
El encuentro ante los de Santiago ya lo presuponíamos muy igualado. Todo se decidió en el supertiebreak del último dobles.
Javier Aguilera se enfrentaba a un jugador desconocido para nosotros, José Santiago, pero con unos números que asustaban en la competición de este año. Había ganado todos sus partidos con absoluta comodidad, exceptuando el que le enfrentó a Ramón Otero, del CT Negreira, otro de los "tapados" de este año, al que venció en el supertiebreak. Sin embargo Javier realizó un gran segundo set, y a punto estuvo de darle un disgusto al jugador compostelano. Llegó a tener ventaja de 5-4, pero terminó cediendo por el resultado final de 61 75.
Daniel Fernández tenía enfrente a un rival con un tenis complicado, además de zurdo, Javier Fernández, que no dudaba en jugarse cualquier bola a la mínima oportunidad. Daniel estuvo fino y llevó la iniciativa en el juego y el marcador, para dar el primer punto a la Hípica, ganando 62 64.
Serafín Afonso y Manuel Martínez jugaban un partido desconcertante. Un primer set claro para Serafín, y un segundo en el que Manuel reaccionó y le devolvió la moneda al jugador de la Hípica. Menos mal que en el supertiebreak Sera se distanció rápidamente en el marcador y consiguió adjudicárselo con cierta tranquilidad (61 16 10-4).
Serafín de Dios no dio opciones a Fernando Mejuto, al menos es lo que refleja el marcador, aunque Sera comentaba al final que no había sido nada fácil, aunque el tanteo final parezca indicar lo contrario (60 61).
Todos pendientes del partido de "Yale" Castro-Rial y Juan Blanco. El primer set, bastante igualado, fue a parar al "raquetero" de Yale. En el segundo, Juan Blanco estuvo más acertado y pronto encarriló el marcador a su favor. Había que jugar el supertiebreak. Una victoria de Yale nos daba el triunfo global, por 4-1. Una derrota nos obligaba a jugárnoslo todo en los dobles. Parecía que Yale, que retomó su mejor tenis al comienzo del supertiebreak, iba a llevarse la victoria. Llegó a tener una ventaja de 8-5, con servicio, y con dos buenas subidas a la volea, pero terminó fallándolas por muy poco. Juan aprovechó el "regalo" y dio la vuelta al marcador para terminar ganando 46 61 10-8.
Había que ganar uno de los dos dobles. Yale - Javier Aguilera no tuvieron opciones ante Javier Fernández - José Santiago (61 61), y Serafín de Dios - Daniel comenzaban perdiendo el primer set ante Fernando Mejuto - Juan Blanco. Las alarmas saltaban y, de tener el enfrentamiento casi ganado con el 3-1 en individuales y la clara ventaja de Yale en el último individual, pasamos a estar contra las cuerdas. Por fortuna, Sera y Daniel reaccionaron y fueron capaces de remontar. Pero no podía faltar el suspense al final. A pesar de la clara ventaja que adquirieron los nuestros en el supertiebreak (7-3), la emoción y el nerviosismo se mantuvo presente hasta el último momento. Los santiagueses igualaron a 8-8. Toda la eliminatoria se iba a decidir en los dos siguientes puntos que, por fortuna, cayeron del lado coruñés (26 62 10-8).
Ahora toca esperar al sorteo de la fase final para conocer rival y sede en las semifinales. Antes, los quintos y sextos de los grupos A y B tendrán que enfrentarse entre ellos.
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