Necesitábamos la victoria en Villalba para mantener las esperanzas de clasificarnos y no se nos escapó, a pesar que la jornada no empezaba muy bien. Nos desplazamos con bajas importantes, como las de Cristóbal Somoza y Daniel Fernández, pero los que viajaron no defraudaron y consiguieron el triunfo, tan importante para nuestras aspiraciones.
Saltaban a la pista en el primer turno Javier Aguilera, Juan de Dios y Javier Garaizábal. Tras una media hora de juego, los peores presagios amenazaban nuestras esperanzas de seguir con vida en la competición. Aguilera y Juan perdían el primer set, y Garaizábal estaba por debajo en el marcador (3-4). Por suerte, la entrega y el buen hacer de nuestros jugadores hicieron que la situación diese un vuelco y el resultado final fuese mucho más favorable a nuestros intereses.
Javi Garaizábal, que jugó un gran partido, recupero la desventaja inicial y terminó venciendo en dos sets (64 61) a un difícil rival, Paulino Fernández. Juan de Dios volvió a hacer la machada e, igual que el pasado domingo, remontó un set en contra y terminó venciendo en el supertiebreak (36 63 11-9) a Tomás López. Mientras, Javier Aguilera sufría la única derrota del equipo, a pesar de realizar un buen encuentro y no dar su brazo a torcer.
La victoria de Juan daba mucha tranquilidad a los nuestros. Intuíamos, por referencias, que Serafín de Dios y Fernando Rivera eran superiores a sus rivales y, si todo sucedía con normalidad, deberían ganar sus partidos y dejar sentenciado el encuentro. Y así fue. Ambos vencieron con claridad y consiguieron el 4-1 a favor para la Hípica.
En los dobles, que ya no decidían nada, hubo reparto de puntos.
Con este resultado, continuamos dependiendo de nosotros mismos para conseguir el pase a la fase final de ascenso a División de Honor. El próximo rival será, el sábado que viene, el Marineda. Nuevamente jugaremos como visitantes.
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